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Por el título
El Liceo de Costa Rica, con Jorge Arias Tuck y compañeros, ya superaron a Limón y esperan un duro duelo con Barva.
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Altura contra velocidad
Liceo de Costa Rica y Barva inician esta noche la final del Torneo de Clausura
Antonio ALFARO / Al Día
Uno con la estatura, el poder bajo los tableros y la experiencia de sus hombres; el otro con la velocidad, el juego de conjunto, la transición efectiva. Los dos con todos los deseos de ganar el Torneo de Clausura del baloncesto nacional.
El Liceo, con su dominio de los tableros, y Barva, con su dinámica para ir al frente, chocarán esta noche en el primer partido de la final. Pactada al ganador de dos juegos, el primero se jugará hoy en el Palacio de los Deportes, en Heredia, a partir de las 8 p.m.
“Será una final muy interesante, para ver cuál de los dos impone su estilo”, comenta el liceísta Jorge Arias Tuck. “Tenemos ventajas muy diferentes: nosotros gente alta, buen posteo y experiencia. Y ellos muy rápidos, muy conjuntados”.
Está totalmente de acuerdo su rival Juan Carlos Arguedas, quien habla de los mismos argumentos para cada escuadra. Si el Liceo gana la serie se proclamará automáticamente campeón nacional, al ser también ganador del Apertura, pero si Barva triunfa, se necesaria otra serie final.
Nada cuenta
El Liceo de Costa Rica podría parecer favorito, vencedor en tres de los cuatro duelos con Barva a lo largo de la temporada, pero los marcadores entre ambos equipos revelan que no hay una marcada diferencia. Ninguno de los triunfos del Liceo presentó un margen mayor de diez puntos.
“Eso dice lo parejo que hemos sido”, comentan el barveño Arguedas.
“Han sido partidos cerrados”, agrega el liceísta Arias Tuck. “Pero curiosamente, en los juegos que le ganamos, sacamos una ventaja al inicio del juego, de unos ocho puntos, y la mantuvimos hasta el final”.
Los liceístas esperan repetir, aunque saben no será nada fácil. Barva creció en el Clausura, fue el mejor equipo de la primera fase y superó sin problema las muertes súbitas para llegar a esta disputa.
“En la final podría pasar cualquier cosa”, comenta Arias Tuck, palabras compartidas por su rival, Arguedas: “ellos saben que si se descuidan, podemos hacerles daño”.
Para el primer juego, el de esta noche, los heredianos cambiaron su sede, Barva, por el Palacio de los Deportes. Algunos consideran que se hizo pensando en la taquilla, pero los barveños aseguran buscar un campo más amplio, para explotar su velocidad y la supuesta lentitud de algunos liceístas.
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